Es una perra con mucho miedo en nivel extremo; ruidos, contacto humano, autobuses, escapista... excepto con perros que soporta presencia aunque sin interactuar.
En el paseo he conseguido llegar a tocarla, acariciarla, incluso tocar su boca sin problemas. Poco a poco, ganando distancias.
En el paseo he conseguido llegar a tocarla, acariciarla, incluso tocar su boca sin problemas. Poco a poco, ganando distancias.
La nariz es nula, no le llama la atención ni un césped.
Una vez llegamos a su casa, quitamos correa y vuelve a evitarme... ahora toca pensar estrategia y plan de trabajo para ir avanzando con ella respetando absolutamente su bienestar, sin apretarle, sin obligaciones... poco a poco...
El miedo es muy malo, aunque tengo la suerte de no haber detectado ningún tipo de reactividad ni falta agresividad como desencadenante del mismo, al menos eso juega a mi favor.
Espero dar con la tecla adecuada y poder ayudar a Kenia a ser un perro feliz.