Como buena PDAE tenía mucha dependencia de su propietaria (no ansiedad por separación). La falta de control del guía revocaba en una inexistencia del autocontrol de la perra y pequeñas reactividades hacia otros perros y niños.
Primeramente instruí a su propietaria en lenguaje canino, trabájanos la teoría a través de la observación del comportamiento para que entendiese en todo momento lo que iba ocurriendo y como su perra nos hablaba, por lo que también ha aprendido a leerla y a mantener una comunicación bidireccional y respetuosa.
También hemos estructurado los paseos y aprendido el manejo de la correa de forma comunicativa e informativa verbalmente hacia su perra.
El juego de pelotas lo hemos depurado. Quien tiene un perro de agua sabe el ladrido excesivo y el descontrol y nerviosismo que les produce. Ahora Xica, ya no ladra ni exige el juego, incluso realiza permanencia en quieto cuando se le tira la pelota.
En la primera hora, observé que era todo ojos como el 90% de los perros que rehabilito con problemas de conducta.
Hemos estado preparando su nariz con varios ejercicios durante dos semanas, y hoy hemos iniciado la búsqueda y ya está hecha toda una campeona.
Tener su olfato desarrollado y experimentar con él, le ha facilitado encontrarse con una herramienta brutal, que en el paquete del perro es indispensable para ser un perro equilibrado y feliz.
Gracias Vicky por haber confiado en Vivir en Manada y enhorabuena por todo el trabajo que has hecho con tu perra y los logros obtenidos.
Hacéis un binomio espectacular, solo hacía falta afinaros un poquito.