Continuamos con Woody, nuestro cachorro Beagle de 3 meses.
Como cachorros inductores al juego, nos han acompañado Bimba y Helio.
Y como ya viene siendo habitual, Opi, con el que sigo reconfirmandome cada día, de su rehabilitación al 100%
Opi ha cumplido la función que esperaba de él. En todo momento ha estado cuidando del bienestar del juego de los cachorros. Cuando el juego se ha subido de tono, solo con su presencia, cortaba el juego.
Reconozco que se me cae la baba, solo de recordar hace tres meses cuando comencé con él, que no soportaba la presencia de ningún perro presentando reactividad en zona muy roja.
Hemos estado durante dos horas en contacto con la naturaleza y en plena libertad. Sin correas, en silencio, sin hablarles, sin correcciones (dejando a Opi como referente de la manada) y disfrutando de ver a los tres cachorros jugar y jugar sin parar.
Hemos caminado unos 20 minutos cambiando de direcciones, de sentido... y hemos disfrutado de una manada que nos seguía a todas partes. Todos han terminado literalmente destrozados.
Gracias Eduardo y Maria por traer a la sesión a Bimba. También al papá de Silvia por traer a Helio y como siempre, mil gracias a mi amigo Jesus por traerme a OPI.