Comenzamos con Theon!, Un Border Collie que presenta problemas graves de conducta. Sin embargo, es un perro deportista que practica agility y solo quiere entrenar (siendo otro perro totalmente distinto en la pista de entrenamiento)
Theon no se relaciona con otros perros y tiene reactividad constante hacia ellos en línea roja. A los humanos tampoco los tolera bien y solo se deja tocar por su familia. También ha llegado a marcar a varias personas en diferentes escenarios.
La primera hora de trabajo ha sido para leer su comportamiento. Nada más entrar me recibió atado a su propietario con su correa de paseo; con un ladrido amenazante y una expresión corporal de entrar a morder, (intentando dos agresiones directas)
Tras esta primera hora y ganarme su confianza en medias distancias y en ciertos momentos acortándo para ofrecerle comida de mí mano, realicé dos cortes de 10 minutos para salir a la calle y volver a entrar. Ya Theon no me ladraba, solo me observaba... llegándose a tumbar haciendo “la alfombra” de manera relajada e incluso llegando a quedarse dormido en mi presencia.
La segunda parte de la sesión, he contado con Nora, propiedad de Juanolo y Laura con la que actualmente trabajo su modificación de conducta, también con reactividades hacia otros congéneres.
Hemos hecho casi 20 pases distintos en distancias, acercamientos de interior y exterior con perro y humanos... También ha llegado a pasear detrás de Nora, incluso su propietario German ha paseado con ambos perros uno a cada lado.
Hemos hecho casi 20 pases distintos en distancias, acercamientos de interior y exterior con perro y humanos... También ha llegado a pasear detrás de Nora, incluso su propietario German ha paseado con ambos perros uno a cada lado.
La sesión ha finalizado con ambos perros comiendo en mi mano, han permanecido en tumbado frente a frente a un metro de distancia sin cruzarse la mirada ni una sola vez, no hemos tenido fallos, ni errores... ha sido una sesión limpia y llena de emociones por parte de todos de ver la respuesta tan increíble que hemos tenido de Theon y de confirmar los avances de Nora.
Desde que intento morderme por segunda vez, sabía que nos haríamos amigos muy pronto... y así hemos acabado. Yo llamándole, el viniendo ya sin control de correa, acariciándole la cara entera, el pecho, el lomo, metiéndole las manos en la boca, levantándole las belfas y dándole mil besos que se los merecía con la sesión tan intensa en emociones que nos ha brindado.
Me encanta ayudar a perros con problemas graves de conducta y así me confirmo cada día en ello. No tengo palabras para describir las emociones que me hacen sentir todos los perros con los que trabajo cada día. Utilizando sólo mi energía, en silencio sin apenas interactuar verbalmente, respetando su naturaleza y siendo tan perro como ellos... no hay más.
Germán muchas gracias por confiar en Vivir en Manada. Nos queda aún trabajo por hacer, pero el comienzo ha sido espectacular, de sobresaliente!