Comenzamos a modificar conductas con Noa, un Beaggle de 7 meses.Nora presenta estrés y ansiedad por separación además de conductas aprendidas y asociadas por una gestión del cachorro confundida.
Sus propietarios como casi todos, han cometido errores pensando que hacían un bien en su forma de tratar con la perra.
En este caso, la raza lo complica aún más. Los Beagles son perros de jauría, grandes rastreadores y expertos sabuesos complicados de adaptarse a la vida en un piso.
El desconocimiento de la raza, hizo a sus propietarios como a muchos otros, decantarse por un Beagle.
Luis y Fatima, preocupados por la relación y el futuro de la convivencia contactaron conmigo. Nora aún es pequeña y su mente es plastilina, estando muy a tiempo de moldear sus conductas y reconducir la situación.
En esta primera sesión sus propietarios no reconocían el comportamiento conmigo. Claro, para mi es fácil, no he cometido errores en la relación, ni en la presentación ni en la comunicación.
Y de eso se trata, de ser perro como digo siempre, de ponernos a su altura y de respetar su estado natural. NO podemos estar invadiendo sus cabezas con humanizaciones que se convierten en cerebros antropomórficos.
Nora es toda una campeona. Y es más, para ser la raza que es, presenta mucha predisposición al trabajo y eso me encanta!.
Esta sesión hemos instaurado las pautas y definidas las normas de convivencia. Estructurado el juego y su alimentación. En este primer ciclo Esmeralda y Luis trabajarán mucho vínculo, control y Autocontrol.
La semana que viene continuaremos con su segunda sesión.
Gracias Luis y Fatima por confiar en Vivir en Manada.