Tras pasar tres semanas, su propietaria me cuenta que ha extinguido la conducta. Ahora ya puede pasar por su lado cuando come, tocar su comida, quitarle un palo de la boca... en definitiva, se ha establecido una relación de confianza.
Muy contento con los resultados hasta ahora con Goku. Por supuesto, dar la enhorabuena a su propietaria Andrea por el esfuerzo y el trabajo constante durante estas semanas.
Gracias Andrea por confiar en Vivir en Manada.