Presentan ladridos excesivos y reactividad hacia otros perros y humanos. Aprovechando la sesión y una visita inesperada de mi “hermano” Juanlu con su perra Danna (Dóberman), evaluamos sus conductas con otros perros. Definitivamente tienen falta de relaciones sociales y de conocimientos y expresión del lenguaje canino (quien mejor que Danna para contárnoslo)
Todo esto, unido al miedo y la reactividad, hacen de ellos dos personajes inquietos e imparables, aunque con muy buen fondo, eso hay que resaltarlo.
Hemos comenzado con ejercicios para mejorar el autocontrol, el vínculo, la concentración y en definitiva sus estabilidades mentales así como el control de su propietaria.
La próxima semana vamos a continuar trabajando duro para ayudar a estos dos guapotes!
Gracias a Sandra por confiar en Vivir en Manada y a Monica por su recomendación.