Al aparcar, no hay ni un centímetro cuadrado de sombra, por lo que no iba a dejar a la perra en el coche, así que me decidí a entrar con ella.
Al entrar, me dicen que no puedo acceder con el perro (lógico), pero gracias a mi licencia de Adiestrador Profesional (me identifiqué con ella), pude acceder sin problemas y he podido vacunarme con mi gorda.
Agradecer a todo el equipo el trato con Sasha, que ha sido espectacular y el gran favor de darnos paso juntos!!!