Aprovechando que finalizaba sesión con Nerón y comenzaba con Thor y Iron, decidí juntar a los tres para ver reacciones ya que todos presentan problemas de relaciones sociales y reactividad.
Con un paseo simulado dentro de nuestro recinto, pudimos disfrutar de paz, armonía y tranquilidad con los tres perros en libertad, algo insólito para sus propietarios.
Fue un final e inicio de sesión espectacular con tan solo dos sesiones individuales cada perro, los problemas de conducta comienzan a extinguirse.
Gracias a sus propietarios por confiar en Vivir en Manada.
Aún nos queda afinar un poquito pero estamos ya en la recta final.