Te echo de menos, no se donde mirar sin verte, ni donde sentarme sin esperar a que saltes encima.
Tengo tu mirada grabada en mi pensamiento, esos ojos grandes y negros que se fundían con los míos cada vez que nos mirábamos.
Con tan solo 2,5 años el destino ha decidido que no sigamos juntos. Quien me iba a decir anoche cuando nos fuimos a dormir que un fallo respiratorio acabase en un infarto.
Cuando me desperté, estabas muy malita, casi no respirabas. Tus gemidos nos despertaron. Estabas muy fría, con convulsiones. Te hice la respiración artificial mientras íbamos al veterinario de urgencia.
Tras entubarte y medicarte, tú corazón no soporto más y minutos después te apagaste.
Te has llevado un trozo de mi vida que eres tu, un trozo que jamás nadie lo podrá suplir y que tu, nunca podrás devolverme.
Has sido una perra de sobresaliente; carácter, relaciones sociales, empatía, valentía, humildad… y del amor que me has dado, de eso prefiero no hablar y quedármelo solo para mi sin compartirlo.
Estoy muy aturdido, no encuentro mi sitio en mi propia casa sin tu presencia. Para mi siempre serás “mi chikipuki”, “mi rata”, “mi Chloè.
No sé ni cómo estoy escribiendo todo esto ahora mismo, más bien son pensamientos y mis dedos escriben.
Me has marcado para siempre, se me hace muy duro y casi imposible pensar en no volver a dormir contigo, no volver a sentir tu carita junto a la mía cuando te acurrucabas y me apretabas para que te diese muchos besos, verte correr, jugar con tu amigo Lobo y compartir tu vida junto a tus hermanos Urko y Sasha (que bien tristes que están)…
Hoy el destino me la ha jugado, pero bien… te ha eliminado de mi vida como si fueses una ficha de ajedrez… pero el destino nunca podrá entrar ni apoderarse de mi mente y de mi corazón, y ahí siempre estarás a salvo en mis pensamientos y sentimientos, donde nunca nadie podrá arrebatarte de mi.
Se me va a hacer demasiado duro Chloè, no veo ahora mismo el momento de poder superar todo esto. Te quiero muchísimo mi vida, eres mi orgullo, mi princesa y la perra más bonita de este mundo.
Hace solo dos días que te hice esta foto, quien me lo iba a decir que ahora la fuese a utilizar para rendirte tu tributo ante tantas personas que te quieren.
Orgulloso de haberte puesto tatuada hace unos meses en mi antebrazo para siempre… grabada en mi piel hasta el día en que yo muera y se extinga conmigo.
Chloè vigílame de cerca desde donde estés, quédate a mi lado como si de un ángel se tratase. Protégeme y cuídame desde el cielo, necesito tenerte ahí y quiero pensar que va a ser así.
Espérame ahí arriba gordita, el arco iris esta para que lo crucemos todos los que vivimos en la tierra y algún día, lo cruzaré también y me recorreré cada metro de cielo y cada rincón de cada nube hasta que te encuentre y entonces, volveremos a ser felices y a estar juntos los dos; pero esa vez, si será para siempre.
Te quiero mi vida, te quiero con todo mi ser. Descansa.
PD.- Recuerda siempre que Vivir en Manada tomó su nombre gracias a ti, a Urko y a Sasha… vosotros sois y seréis siempre Vivir en Manada, porque así es como vivimos, en Manada.