La primera sesión fue la pasada semana. Donde pude comprobar que tenía ante mi un perro que apuntaba a ser muy potente cuando alcance su madurez con síntomas reactivos acompañados de: miedo, inseguridad, dependencia a su propietario, con mucha pulsión pero a su vez con un buen drive para el trabajo.
El perro se enchufó a la primera (trabajando en libertad sin correa) respondiendo a 5 ejercicios a la perfección y con ganas de continuar. Acabando jugando con el mordedor y respondiendo a la ordenes de coger y soltar, que aprendió sobre la marcha (según su propietario, no obedecía a esas órdenes)
Implementamos pautas, definimos objetivos y damos cita para la siguiente sesión.
Implementamos pautas, definimos objetivos y damos cita para la siguiente sesión.
La segunda ha sido hoy. Necesitaba a mi manada junto a Lobo, propiedad de Beli Juan y otro perro que trabajase como Urko pero en hembra; y esa era Olivia, propiedad de Javier Barroso Alcedo No quería meter mucha más cantidad porque el nivel de reactividad está demasiado alto y tengo que ir muy de poco en poco y estudiando cada perro que meto para garantizar los resultados que buscamos.
Cada uno ha desempeñado su papel; La primera en salir fue Sasha, ella es la referente de toda la manada; seguridad, templanza, buena correctora sabe medir cada segundo y observar el comportamiento y calma del entorno social.
Zeus se lió a ladrarle y ladrarle, ante una Sasha inmóvil y a su vez decidida, con templanza, ignorancia a la conducta…
Luego Urko, sale suelto. El es el maestro, el que sabe lo que tiene que hacer; ignorando, mandando señales de calma constantes, tumbándose ante el dando su culo… magistral como siempre mi gordo.
Luego saldría Olivia para reforzar la inducción de Urko. Como siempre, sin palabras con esta perra. Con un carácter de sobresaliente y muchísima humildad.
Por último saldría Lobo; macho joven, sin castrar, Malinois… pero también EQUILIBRIO, y sobre todo, mucha conexión con su propietario con una obediencia muy sana ante el buen control de su guía.
Conforme presentábamos a un nuevo perro, Zeus iba bajando revoluciones. Hasta el punto de llegar a pasear por la pista junto al resto de perros.
La reactividad está ahí, está clarísimo, pero el Perro ya se va dejando leer, va aceptando distancias; ha olido a otros perros y ha encontrado una manada con equilibrio.
La próxima semana, vamos a introducirlo de nuevo con estos cinco perros más otros nuevos para continuar trabajando duro con Zeus.
Gracias a su propietario David, por confiar en Vivir en Manada.