3, 2, 1… Acción!!!!! Urko en estado puro!!!
¿Sabias que?… Cada perro tiene su motivador; pelota, mordedor, fressbe… es importante saber detectarlo desde que el perro es joven para usar ese motivador como reforzador en los entrenamientos de obediencia.
Como inducción, en mi caso; uso la comida. Una vez el perro comprende y ejecuta el ejercicio, cambio al reforzador, que es su motivador.
Ese reforzador sólo será como premio final al entrenamiento. De esta forma, el juego se convierte en premio.
En mi caso con Urko, como buen perro de cobro le gusta morder. El juego con el mordedor no consiste sólo en jalar y dárselo. Este juego rememora “en la mente del perro”, un ritual de caza.
Si nos trasladamos a la naturaleza, buscando el estado natural del perro (dejándole en modo depredador), cuando esté caza para sobrevivir (por ejemplo, un conejo), y lo quiere repartir con otro miembro de su manada, no hay otra forma que coger cada uno con su boca y jalar hasta romper la presa y poder repartir el alimento (no tienen cubiertos). Este ritual es ancestral y viene “de fábrica” en su ADN.
Este “juego”, refuerza mucho el vínculo, aumenta las emociones del animal y hace que se sienta saciado como cánido que es, dentro de la parcela de la caza y la depredación.
Es un juego que a su vez reafirma la confianza; jamas jugarán a esto dos perros juntos que no se conocen o no tiene una relación bien establecida. La distancia de seguridad se acorta y la mirada es frontal (algo que provoca peleas en perros), por lo que el nivel de confianza y tolerancia tiene que estar muy bien definido entre ambos jugadores.
Es un error tener juguetes en casa esparcidos por el suelo. Los perros no juegan solos, solo destruyen juguetes para aliviar el estress o en el caso de los cachorros el dolor dental.
Los juguetes son del propietario, no del perro. Es el propietario quien debe saber manejarlos y pautarlos en su uso.
Y tu perro, ¿Tiene motivador?
