En la primera sesión hubieron cambios. En la segunda ya no tiraba de la correa por la calle y en esta tercera ha disfrutado como un enano relacionándose con perros equilibrados de la escuela de obediencia de Vivir en Manada. Perros que saben hacer su trabajo y actúan conmigo en modificaciones de conducta como perros tutores.
No ha habido ningún amago de reactividad por parte de Draco, todo lo contrario, en el paseo todos iban amarrados excepto el, que subía y bajaba por toda la formación de la manada para saludar a sus congéneres y mostrarles su felicidad.
Perros de todo tipo; machos, hembras, castrados, sin castrar, adultos, cachorros, senior, y diferentes razas y tamaños.
Su propietaria en dos ocasiones ha cambiado de carril y Draco no ha dudado en seguirla a ella, aún con estímulos muy superiores como sus nuevos amigos.
Un caso más resuelto: Propietarios instruidos e informados = perro equilibrado.
Muchas gracias Silvia por confiar en Vivir en Manada
