Así acabamos ayer Balú y yo. Una hembra de Rotwailler con 1 año de edad y 60 kgs tras su primera sesión de evaluación.
Lo importante es que ella y yo, ya somos colegas. Disfruté mucho ayer, acabando revolcados en el suelo mientras que me comía a lametones y me ofrecía muestras de juego y afecto.
Una vez ganada su confianza, es el momento de comenzar con el plan. De momento esta semana vamos a realizar un desemtaponamiento mental para sacar el verdadero perro que lleva dentro, alejándola del antropomorfismo (humanización), que provoca el hiperapego, que es parte de la consecuencia de esa reactividad que tiene.
Ya tenemos las normas implementadas y las pautas a seguir para comenzar este bonito proceso que en breve, nos dará como resultado una perra totalmente distinta a la que es hoy día Balú.
Gracias Julia por confiar en Vivir en Manada