Cada mancha de mi ropa, es solo una marca más de lo que disfruto cada día dedicando mi vida a ellos, los perros. Pelos en la ropa, babas secas pegadas en las mangas, uńas sucias, zapatos llenos de tierra, babas por la cara, manos con olor a comida y restos en los bolsillos, esa es la vida del PERRERO.
Continuamos trabajando con Kimbo sus problemas de ansiedad, ladridos excesivos y comunicación.
Kimbo es un perro muy noble, al que su falta de relaciones sociales le han llevado a no saber comunicarse.
Según me comentan sus propietarios, en cuatro sesiones hemos logrado cambios bastante sustantivos; ha mejorado los paseos muchísimo y en casa se presenta mucho más tranquilo y calmado.
Ahora toca socializar, por eso va a pasar a formar parte de uno de los grupos de trabajo de la escuela de Vivir en Manada donde trabajaremos exclusivamente la socialización y una obediencia muy básica.
Gracias Sandra e Ivan por confiar en Vivir en Manada, aún nos queda camino, pero vamos a continuarlo juntos, tal y como lo hemos empezado.