Comenzamos la modificación de conducta de Lola
Esta perra, Pastor Alemán, tiene 14 meses. Con el confinamiento no pudo socializar los primeros meses de encierro, además, tuvo Parvovirosis y sobrevivió de milagro.
Todo esto ha hecho que se convierta en una perra reactiva hacia otros perros.
En esta primera sesión, tras hacerme colega suyo y después de un primer in put, procedí a valorarla con un perro de mi escuela; Floky. Un Husky Siberiano con el que comencé a sus 3,5 meses y que posteriormente se unió a la escuela de obediencia.
No es la primera vez que este perro me ayuda a modificar una conducta. Su carácter tranquilo, la seguridad que transmite, el aplomo con el que se muéveme el silencio determinante con el que actúa y el nivel de soporte que tiene ante cualquier perro que le ladre o intente agredir; es de matrícula de honor.
Así que quien mejor que mi amigo Floky para ayudarme en esta ocasión. Tras casi una hora trabajando en diferentes distancias, finalmente Lola recogió todo el manual de lenguaje canino con el que Floky la deleitó; señales de calma y apaciguamiento por un tubo hacia ella.
La foto final ha sido maravillosa. La próxima semana vamos a trabajar nuevamente con Lola y perros tutores de la escuela de Vivir en Manada buscando nuevos avances.
Gracias Alfonso y familia por confiar en Vivir en Manada
Todo esto ha hecho que se convierta en una perra reactiva hacia otros perros.
En esta primera sesión, tras hacerme colega suyo y después de un primer in put, procedí a valorarla con un perro de mi escuela; Floky. Un Husky Siberiano con el que comencé a sus 3,5 meses y que posteriormente se unió a la escuela de obediencia.
No es la primera vez que este perro me ayuda a modificar una conducta. Su carácter tranquilo, la seguridad que transmite, el aplomo con el que se muéveme el silencio determinante con el que actúa y el nivel de soporte que tiene ante cualquier perro que le ladre o intente agredir; es de matrícula de honor.
Así que quien mejor que mi amigo Floky para ayudarme en esta ocasión. Tras casi una hora trabajando en diferentes distancias, finalmente Lola recogió todo el manual de lenguaje canino con el que Floky la deleitó; señales de calma y apaciguamiento por un tubo hacia ella.
La foto final ha sido maravillosa. La próxima semana vamos a trabajar nuevamente con Lola y perros tutores de la escuela de Vivir en Manada buscando nuevos avances.
Gracias Alfonso y familia por confiar en Vivir en Manada