Nana comienza su programa de educación!
Como buen cachorro de Beagle, trae un poco loca a su familia. Ningún cachorro lo pone fácil cuando no se tiene experiencia en una correcta gestión de un perro, pero en concreto hay razas, que por su actividad y condición genética; lo complican aún más.
El Beagle es un perro “de jauría”, no es un perro de compañía al igual que otras razas de trabajo.
Hay cosas que jamas podrás extinguir en su conducta, bueno, a las malas se extingue todo, pero hablo de respetar el equilibrio natural y primitivo de su raza, de trabajar con cordura y respeto hacia el perro. Es decir, un Beagle ha nacido para olfatear y llevar la trufa pegada al suelo, al igual que con esas tremendas orejotas, pocas veces acudirá a tu llamada si se encuentra a más de 20 metros, ya que el grosor de su oreja y el tamaño, tapan el pabellón auditivo y su capacidad de oír disminuye con la distancia.
Por eso, es importante tener en cuenta qué tipo de perro elegimos cuando decidimos incorporar un nuevo miembro en la familia. Porque hay cosas, que no se les pueden llamar conductas, más bien raza+tipo de trabajo+manejo, control y dedicación por parte del humano, así como satisfacer y cubrir todas las necesidades intrínsecas del animal en concreto.
En unos días volveremos a ver a Nana y seguiremos disfrutando de ver cómo se convierte en una perra equilibrada y feliz